martes, 5 de octubre de 2010

ALERTA TIERRA- QUIJADAS

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El martes pasado (28/09/10), representantes del Juzgado Federal de San Luis, con oficio a la firma del Juez Federal Juan E. Maqueda y el Fiscal del Estado Provincial de San Luis, se hicieron presentes en el centro operativo de Hualtaran, para notificar formalmente el desalojo en 10 días hábiles de las dependencias del Parque Nacional de Sierras de las Quijadas. A pesar de la ilegitimidad de la ley de expropiación del PNSQ y las medidas para concretarla, a pesar del rechazo y repudio que ha generado en innumerables reconocidas organizaciones sindicales,  ambientalistas, conservacionistas etc. - nacionales y provinciales- a la clase dirigente de nuestra provincia solo le interesan los propios proyectos de expansión económica.
Después de la noticia de que el Lonco Ranquel José Barreiro fue desalojado  junto a su familia abruptamente el 23 de agosto de la casa en la que vivía en las tierras del sur de San Luis, que habían sido “restituidas” por el gobierno provincial en el 2009 http://www.periodistasenlared.info/setiembre10-15/nota9.html; no cabe la menor duda de que de concretarse la expropiación de Quijadas para la “restitución al Pueblo-Nación Huarpe”, estas maravillosas tierras hoy protegidas, quedarán a merced de los vaivenes políticos locales, poco enfocados en la conservación. En esta edición, el Guardaparque Nacional Horacio Andrés López, colaborador directo de Alerta Tierra, realiza un análisis profundo sobre el proceso de creación de los Parques Nacionales y la trascendencia de Quijadas en el contexto actual local, nacional y global.

http://www.alertatierra.org.ar/images/foto.jpgCecilia SustersicLic. En Comunicación Social
Docente en el nivel medio de Cultura y Comunicación
Integrante de A.P.A.T.A SAN LUIS
(Asamblea para la Protección de Aguas y Tierras Argentinas)
Miembro de Fundación Yanantin – www.yanantin.org.ar
cecisustersic@gmail.com





Sierras de las Quijadas
en lo más alto como Parque Nacional
 “Hace casi 130 años, la preocupación de un sector de la sociedad de los Estados Unidos de América hacia nacer el Parque Nacional Yelowstone, el cual contenía especies amenazadas, lagos, bosques y campos volcánicos únicos en el mundo”.
Claro, la revolución industrial que acometía en el oeste de Europa y en los Estados Unidos, ya venia arrasando hacia tiempo gran parte de los ambientes naturales de aquel país casi tan grande como el continente norteamericano. Pocos años después, de la misma manera se creaba en Canadá el Parque Nacional Yosemite.
Corría el año 1903, y Francisco Pascasio Moreno, perito en la cuestión de limites con Chile, propiciaba con una donación el acto inicial para la creación del primer parque nacional de la Argentina, hoy actual Parque Nacional Nahuel Huapi.
Si bien caben muchos análisis de las situaciones sociopolíticas dadas en este continente sudamericano y en la Patagonia en particular, y en cuanto a la persona y la obra del Perito Moreno se refiere, serian sesgados si no se los situara en la visión de la época, segundo gobierno de J. A. Roca y aun pleno dominio político de la oligarquía conservadora que gobernó durante décadas con despotismo y fraude hasta el primer movimiento político social de masas que lidero Hipólito Irigoyen, primer presidente elegido sin fraude en 1916. Por eso el acto social y de desprendimiento en beneficio del conjunto nacional de Moreno constituye un hito histórico.
Ya para finales de la década del 30’, Argentina contaba con Los Parques Nacionales N. Huapi, Iguazú, Los Alerces, Los Glaciares y Lanin, todos ellos en territorios federales ya que aun no se constituían provincias como Misiones, Neuquén, Rio Negro Chubut y Santa Cruz. En esa misma década el explorador de YPF Román Guiñazu, sanluiseño, se encuentra con el monumental paisaje de Sierra de las Quijadas, y ya en aquellos lejanos años 30’ propone que deben ser protegidas y conservadas a través de la creación de un monumental parque nacional.
Luego del hecho histórico para la ciencia, que constituyó el hallazgo del fósil característico de Quijadas, el reptil volador del cretácico medio llamado Pterodaustro Guiñazui, en honor al precursor de la idea de que este lugar sea valorado, comienza el proceso que culmina en la creación de Parque Nacional Sierra de las Quijadas en la década de los 90’.
Extrañamente fue el gobierno provincial de San Luis el que puso la condición de que debía realizarse la expropiación de la totalidad del predio por parte de la Administración de Parques Nacionales, expropiación que fue realizada por el estado provincial a los dueños legales de las tierras, tazando los predios y descontándose de los pagos las deudas fiscales de los propietarios, y todo esto a cuenta y nombre de la Nación, o sea que fue el estado nacional el que pagó las tierras al precio que tazó la provincia.
Cumplida esta etapa, a partir del año 1996 se inicia el proceso de consolidación del área, en el cual la infraestructura es solo una parte del trabajo de fondo que se realiza en la áreas protegidas, la investigación, la educación, el esparcimiento, el desarrollo local y el propio control  son tareas que solo pueden ser llevadas por personal idóneo capacitado en la temática. Por eso no se puede medir el todo de la realidad de la preservación de un área protegida, solo mirando si hay o no hay baños con agua caliente y aire acondicionado. El Parque Nacional es un área natural y agreste, no un camping ni un shopping, mas allá de que la gente que gusta de la naturaleza prístina hoy pueda acampar en Quijadas sin que su paisaje haya sido arruinado con obras colosales. 
Aunque el común de los habitantes de San Luis no conoce el lugar en persona, por distancia o por idiosincrasia, y no exista demasiada cultura provincial en Áreas Protegidas, Sierra de las Quijadas no es un hecho aislado, forma parte de un sistema de 37 Parques Nacionales en todo el país, y desde hace muchos años ya es visitado por turismo nacional e internacional que CONOCE de PARQUES NACIONALES.
Por eso la actual coyuntura propiciada por el ejecutivo provincial, que responde a intereses particulares, mas allá de cómo se lo intente maquillar con argumentaciones falsas, constituye un ataque a algo muy caro y muy hondo en el sentimiento de los argentinos, que son sus Parques Nacionales, los cuales han sido parte de la evolución social del país. Como espacios públicos, hoy cumplen un rol social más que nunca en su historia.
Es claro que la cercanía de las comunidades hoy es una realidad, basándose en un trabajo mancomunado, se avanza en un camino de reconocimiento y participación, sin que esto signifique que el estado delegue la responsabilidad de la conservación de los bienes naturales que sustentan nuestra calidad de vida y nos dan posibilidades de desarrollo real, en tiempos en que la humanidad se enfrenta al dilema del deterioro ambiental a nivel planetario.
El ataque al Parque Nacional Sierra de las Quijadas, invocando una razón valedera, es un ataque a todo el sistema de áreas protegidas, que con su Ley Nacional 22.351 es un verdadero baluarte de la conservación ante la devastación de los territorios, pero por sobre todo es un ataque contra un PATRIMONIO DE TODOS LOS ARGENTINOS, que se haga JUSTICIA.
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Guardaparque Nacional
Horacio Andrés López


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